viernes, 24 de septiembre de 2010

Las mejores versiones de la historia.

Según los lectores de la revista ‘New Musical Express’ (NME), éstas serían las 10 mejores versiones de la historia.

10. The White Stripes: I just don’t know what to do with myself 
(Burt Bacharach & Hal David)
09. Marvin Gaye: I heard it through the grapevine  
(Smokey Robinson & The Miracles)
08. Jimi Hendrix: all along the watchtower (Bob Dylan)
07. Jeff Buckley: hallelujah (Leonard Cohen)
06. The Clash: I fought the law (Sonny Curtis & The Crickets)
05. Nirvana: where did you sleep last night (Leadbelly)
04. Jimi Hendrix: hey joe (Billie Roberts)
03. Johnny Cash: hurt (Nine Inch nails)



02. The Beatles: twist and shout (Top Notes)



01. Muse: feeling good (Anthony Newley and Leslie Bricusse)

jueves, 23 de septiembre de 2010

Las peores versiones de la historia.

Según los lectores de la revista ‘New Musical Express’ (NME), éstas serían las 10 peores versiones de la historia.

10. Mark Ronson: no one knows (Queens of the Stone Age)
09. Limp Bizkit: faith (George Michael)
08. Madonna: american pie (Don McLean)
07. Will Young: light my fire (The Doors)
06. Robbie Williams: song 2 (Blur)
05. M People: itchycoo park (Small Faces)
04. Take That: smell like teen spirit (Nirvana)
03. Celine Dion: you shook me all night long (AC/DC)



02. Ronan Keating: fairytale of new york (The Pogues)



01. Britney Spears: I love rock ’nroll (Joan Jett & The Blackhearts)

martes, 14 de septiembre de 2010

'Los 13 Relojes'. James Thurber

Los 13 relojes, de James Thurber es, como bien dice su contraportada, una fábula para adultos y un cuento fantástico para niños. Publicado por primera vez en 1950, tiene todo ese encanto de los cuentos de hadas más clásicos combinado con un macabro y agudo sentido del humor que hace que cada página sea un auténtico placer. ¡Y además está ilustrado!

Los 13 relojes’ nos trae la historia del malvadísimo Duque del Castillo del Ataúd, donde vive dedicado única y exclusivamente a hacer el mal de todas las maneras posibles. Allí tiene recluida a su sobrina, la hermosa princesa Saralinda, y el mayor pasatiempo del duque es plantear pruebas imposibles a todos aquellos que osan pedir la mano de la princesa. El Castillo del Ataúd cuenta además con los famosos trece relojes, parados todos ellos a las cinco menos diez, porque hace mucho, mucho tiempo, el duque decidió asesinar al tiempo en su propio castillo, con toda impunidad y alevosía. Sin embargo, un buen día aparecerá un príncipe disfrazado de trovador, y aquí es donde comienzan todas las aventuras…

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El príncipe Zorn de Zorna se encontrará con una doble prueba a priori imposible de superar para conseguir la mano de la guapa princesita: por un lado, deberá conseguir mil joyas en un plazo de noventa y nueve horas, y por otro, deberá poner en marcha los trece relojes del castillo, congelados a las cinco menos diez. Sin embargo, el príncipe contará con la ingeniosa ayuda de un Gólux, que lleva un sombrero indescriptible y una barba oscura y descriptible. Juntos irán a buscar a Hagga, una mujer encantada que llora gemas preciosas e intentarán por todos los medios llegar a tiempo para cumplir la misión, pues si no el príncipe será pasto del Todal, un terrible monstruo.

Con una prosa ingeniosa y divertidísima, Thurber nos transporta a un mundo maravilloso, lleno de criaturas mágicas y palabras aún más mágicas. Las aventuras de Zorn de Zorna, extraordinarias de por sí, ganan enteros por obra y gracia del ingenio de James Thurber, que lo convierte en un estupendo entretenimiento ideal para una tarde de otoño en un sofá cálido, o para leerlo en voz alta a niños extasiados, pendientes de cada una de las palabras extrañas y maravillosas. De hecho Neil Gaiman nos regala este precioso párrafo en la introducción del libro:

Me quedé bastante convencido de que era el mejor libro que había leído nunca. Era divertido de una forma extraña. Estaba lleno de palabras. Y aunque es verdad que todos los libros están llenos de palabras, este era distinto: estaba lleno de palabras mágicas, maravillosas y sabrosas. Se deslizaba hacia la poesía y luego fuera de ella de una forma que te apetecía leerlo en voz alta para ver cómo sonaba. Yo se lo leía a mi hermana pequeña. Y cuando crecí, se lo leí a mis hijos.

James Thurber nació en Ohio en 1894. Cuando sólo era un niño, jugando a Guillermo Tell perdió casi la totalidad de la visión de un ojo. Sin embargo, esto no le impidió trabajar para el Departamento de Estado del gobierno e incluso en la embajada en París. En 1925 comenzaría su carrera como articulista para The New Yorker, aunque ya había trabajado anteriormente para otros periódicos. Con su particular estilo como escritor e ilustrador, se movía en los mejores círculos de escritores estadounidenses, junto con Truman Capote o Dorothy Parker. Cáustico e ingenioso, llegó a rechazar el título de Doctor honoris causa en la Universidad de Ohio como protesta por la falta de libertad académica durante la caza de brujas del senador McCarthy. Murió en 1961, casi ciego.

Como podréis intuir, si habéis leído hasta aquí, ‘Los 13 relojes’ me ha encantado. Creo que es el libro ideal para olvidarse de todo, para leerlo como descanso, para sumergirse en un mundo maravilloso aunque sea por un rato. La única pega que podría sacarle es su brevedad, apenas ciento veinte páginas, y, tal vez, su precio. Fuera de esto, me parece un libro maravilloso, para conservarlo, leerlo, releerlo, regalarlo y todas esas cosas que hacen de los libros nuestros objetos más preciados. Yo, por mi parte, ya lo tengo en mi librería y seguro que no será la única vez que lo lea.
Sarah Manzano.

jueves, 9 de septiembre de 2010

The Baltic Sea: ‘El Gran Blanco’ (Cuac!, 2010)

Casi tres años hace ya, desde aquel prometedor "Forthcoming Science Theory" (Pupilo Records 2007), años en los que The Baltic Sea no han parado de trabajar, componiendo y perfilando nuevas canciones y dando contundencia a su directo. Pero han sido unos años convulsos, en los que los sevillanos han sufrido cambios en su formación, cambiando de batería e incorporando a un nuevo guitarra, han decidido cantar en castellano y cambiado de sello, fichando por Cuac!.

Si con su primer disco, The Baltic Sea pusieron la producción y el sonido en manos de Paco Loco, en este disco han dado un paso mas allá, asumiendo ellos mismos las tareas de producción, grabando en los Estudios La Mina dirigidos por Raúl Pérez, bajista del grupo y que ha sido en los últimos tiempos, responsable de la grabación de grupos como Blacanova, Tannhäuser y Montevideo, entre otros. Seis meses de duro trabajo en el estudio, han dado como resultado "El Gran Blanco", disco de título controvertido, que refleja la fascinación de Esteban, compositor de las letras del grupo, por el tiburón blanco. Y no es ésta la única referencia al mar que hay en el disco, ya que Esteban es un tipo de verbo ágil y eso se nota en unas letras melancólicas que pueden tener diversas interpretaciones y perspectivas.

En el disco predomina un sonido denso aunque melódico y consta de dos partes claramente diferenciadas. Una primera mas rítmica y positiva, con melodías mas pegadizas y aptas para todo tipo de oídos, conformada por "El Gran Blanco", "Un día nuevo", "En lo que te convertirás" y "La verdad", auténtico hit del disco y con una letra de autoafirmación con la que cualquiera puede sentirse identificado y una segunda parte mas introspectiva con "El desastre", "Tú nunca duermes", "Dos años más" y "El río", además de "Pero un día estarás despierta", instrumental continuación de "Tú nunca duermes".

Las canciones de “El Gran Blanco” están llenas de matices que definen momentos de intensidad y en las que la voz de Esteban, remontándonos por su cadencia y color a voces de los noventa y a clásicos de los setenta, cargada de tristeza nos transmite intensas emociones, como si de un instrumento más se tratara.

Buenas noticias para el indie nacional, los chicos de báltico ya están de vuelta y la espera ha merecido la pena.
Jaime Marco.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Rauelsson: ‘La siembra, la espera y la cosecha’ (Hush, 2010)



Es común que los artistas emigrados no entiendan demasiado bien la cultura de su país de adopción. Le ha sucedido a Josh Rouse, cuyo disco inspirado por su nueva vida en Valencia es más "tropicalista" que mediterráneo, y también a Stuart Staples de Tindersticks. Sin embargo no ha sido así en el caso de Raúl Pastor, Rauelsson cuando se sube a un escenario y trabaja en el estudio. Pastor vive a medio camino entre Castellón y la ciudad norteamericana de Portland, donde ha encontrado su verdadera personalidad como artista. Rodeado de músicos locales y primeros espadas del indie nacional (Santi Campos o Julio de la Rosa), ha creado un disco de folk que emana humedad, lleno de mística y que hace pensar en bosques y naturaleza.

Dicho así, alguno puede pensar que no está tan lejos de una parte del cancionero de Remigi Palmero o Julio Bustamante. Pero lo suyo es realmente el sonido de los Apalaches que han popularizado Mariee Sioux o la primera Joanna Newsom; también el recogimiento y misterio de las bandas de Language Of The Stone, el sello de Greg Weeks. La siembra, la espera y la cosecha es un debut sobresaliente con una identidad llamativa. Porque a pesar de poseer una estética tan americana, está cantado en castellano. La primera piedra de una carrera que promete, y que tendrá como siguiente paso un trabajo junto a Peter Broderick, con el que ha estado grabando en los últimos meses. Un pulso creativo que promete canciones con unas altas dosis de belleza.

martes, 7 de septiembre de 2010

Los legítimos ganadores del 'Mercury Prize'.



 ( Spotify )

The xx se han hecho finalmente con el Mercury Prize, uno de los premios más prestigiosos del Reino Unido, gracias a su homónimo álbum de debut. Habían sido favoritos desde el principio junto a Dizzee Rascal, pero en el último momento Paul Weller les adelantaba en las casas de apuestas con ‘Wake Up The Nation’. Finalmente, The xx se han hecho con el premio.

The xx se han mostrado emocionados al recoger el galardón: “Hemos tenido el año más increíble. Cada día nos hemos despertado con algo increíble que nunca hubiéramos esperado”. The Guardian, que ha hecho un “minuto a minuto” de la ceremonia, ha indicado que no se han escuchado gritos de perplejidad cuando se ha pronunciado el nombre de The xx como sucedió con Speech Debelle en 2009 o con Elbow en 2008, quizá porque más o menos todo el mundo esperaba que este año no hubiera sorpresas tras el fracaso comercial de Debelle.

Además de Weller y Rascal, también estaban nominados al Mercury Prize Foals, Mumford & Sons, Corinne Bailey Rae, Biffy Clyro, Villagers, Wild Beasts, Kit Downes Trio, Laura Marling y I Am Kloot.